Aunque beber agua embotellada en plástico es una práctica extendida en todo el mundo, la comunidad científica advierte sobre sus riesgos invisibles.
Investigaciones recientes han detectado altas concentraciones de microplásticos y nanoplásticos en el agua contenida en estos envases, lo que ha encendido las alarmas sobre sus posibles efectos en la salud humana.
¿Qué dicen los estudios científicos?
Las botellas de plástico liberan partículas microscópicas que pueden ingresar al organismo y acumularse en órganos vitales.
Un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences identificó hasta 240.000 partículas por litro de agua embotellada, muchas de ellas nanoplásticos, más pequeñas que una micra.
Otro trabajo, realizado por científicos chinos y difundido en Communications Biology, concluyó que las botellas de plástico son la principal fuente de ingesta de microplásticos en humanos, y que también transportan benzopireno, un compuesto tóxico.
“Las botellas están diseñadas para un solo uso”, advirtió Merja Virtanen, experta de la Autoridad Alimentaria de Finlandia. Su reutilización prolongada puede aumentar la liberación de partículas, especialmente si se expone a calor, humedad o luz solar.
Conocé los potenciales peligros de consumir agua embotellada
¿Cómo llegan los microplásticos al agua?
Desde el envase hasta el proceso de filtrado, múltiples factores contribuyen a la contaminación.
Envase plástico: Durante la fabricación y el uso, el material se degrada y libera fragmentos
Filtración industrial: Algunos procesos purificadores pueden aumentar la concentración de partículas
Tapones con recubrimiento PET: Incluso en botellas de vidrio, los tapones pueden desprender más microplásticos que el envase plástico completo
Fuente: Noticias Ambientales