Un paso atrás y uno al costado

  • Opinión, por el profesor Carlos Rojas

Las urnas hablaron y dieron su veredicto. Evidentemente, aquellos que creíamos que el Estado era la solución nos equivocamos. La mayoría del pueblo ha votado a favor de la «Libertad», poniendo fin a “décadas de un Estado corrupto y opresor que tanto daño ha causado en los últimos 70 años”.

Aunque las reformas anunciadas suenan como un discurso electoral prometedor y esperanzador para muchos, la realidad inmediata plantea dudas sobre si estas políticas de “libertad” cumplirán con las expectativas. Las medidas se implementarán sin gradualismo; trabajar doce meses significará recibir doce sueldos, desechando la “política demagógica” del decimotercer sueldo o aguinaldo, que en definitiva a los ojos del gobierno, recientemente electo, representa una invención del Estado corrupto y una falacia socialista en nombre de la justicia social. Otra mentira más de la política para el proletariado planero.

En el contexto actual, el mundo respira libertad, pero no queda claro a qué tipo de libertad nos referimos: ¿la inclusiva y comprensiva o la libertad de mercado que permite a las empresas explotar a sus trabajadores, monotribuzarlos y explotarlos sin restricciones?

La democracia argentina parece haber retrocedido 40 años, y en este retroceso, las responsabilidades recaen en diversas dirigencias, sin distinción de colores o partidos. Se abre una nueva etapa en la que las nuevas generaciones asumirán un papel protagónico.-

 Se avecinan tiempos de cambio, y para ello, es imperativo un gran debate honesto y realista. Los partidos históricos deben realizar autocríticas y recuperar el protagonismo perdido frente a los medios masivos de comunicación y las redes sociales.

Ha llegado el momento de lo nuevo, en estas crisis, la madurez es clave para evitar los errores que permitieron la irrupción de los outsiders de la política, simples desconocidos producto de la posmodernidad que, en nombre de la libertad, causarán estragos sin asumir costos ni responsabilidades. Después de todo, la postverdad hará su trabajo.

La histórica frase «NUNCA MÁS» ha quedado en la historia; no volvieron en Falcon Verdes, volvieron por los votos. Hagámonos cargo.