Este lunes comenzó en Berlín el juicio contra Johannes M., un médico alemán acusado de asesinar a 15 pacientes con inyecciones letales entre 2021 y 2024. La fiscalía advierte que podría haber más víctimas, mientras solicita prisión perpetua.
El Tribunal de Berlín dio inicio al proceso penal contra Johannes M., un médico de 40 años especializado en cuidados paliativos, apodado por la prensa como el “Doctor Muerte”. Se lo acusa de asesinar a 15 pacientes —12 mujeres y 3 hombres— con dosis letales de anestésicos y relajantes musculares que, según la fiscalía, fueron administrados sin consentimiento.
Las muertes ocurrieron entre septiembre de 2021 y julio de 2024 en distintos puntos de la capital alemana. Las víctimas tenían entre 25 y 94 años, y en cinco de los casos, el médico también habría incendiado sus viviendas para borrar evidencia.
Un colega alertó sobre las muertes sospechosas
La investigación comenzó en julio de 2024, cuando un compañero del médico notó una cantidad inusual de fallecimientos entre los pacientes atendidos por Johannes. La denuncia llevó a su detención en agosto, inicialmente por cuatro casos. Sin embargo, el número de víctimas fue creciendo a medida que avanzaban las pericias forenses.
En abril de 2025, el Ministerio Público lo acusó formalmente de 15 homicidios. Pero el caso está lejos de cerrarse: aún se investigan 96 muertes adicionales que podrían estar vinculadas a su accionar.
Uno de los casos más llamativos involucra a su suegra, enferma de cáncer, quien murió repentinamente durante una visita familiar en Polonia a comienzos de 2024. Esa muerte también está bajo revisión.
Perfil psicológico y antecedentes del acusado
Un pasado inquietante
Según el periódico alemán Die Zeit, Johannes M. había presentado en 2013 una tesis doctoral sobre asesinatos múltiples en la ciudad de Fráncfort, con un inquietante título: “¿Por qué mata la gente?”. Esa investigación académica ha cobrado un nuevo significado a la luz de las acusaciones que hoy enfrenta.
La fiscalía sostiene que el acusado no tenía móviles económicos ni personales, y que actuaba impulsado únicamente por el deseo de matar. Por ello, solicitaron la pena máxima: prisión perpetua.
Hasta el momento, Johannes M. se negó a declarar ante el tribunal y no ofreció declaraciones públicas.
