Aumentos salariales caen a su nivel más bajo desde 2021

En febrero de este año, los aumentos salariales acordados en paritarias se ubicaron en un 27,3%, el porcentaje más bajo desde que se comenzó a registrar el índice en 2021. Este descenso en las subas salariales se produce después de un pico histórico del 234% anual en febrero de 2024, cuando los acuerdos salariales coincidieron con una inflación anualizada superior al 13%.

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El informe de la consultora Synopsis revela que, mientras que en febrero de 2024 los aumentos fueron considerablemente altos, los acuerdos alcanzados en febrero de 2025 son significativamente más bajos, reflejando la desaceleración en el aumento de los precios.

Influencia de la inflación y política económica

Este ajuste salarial se da en un contexto de menor inflación mensual, con una proyección anualizada de inflación que rondó el 29,8% en enero de este año, mientras que los aumentos salariales quedaron por debajo de ese nivel. Según el informe, el gobierno de Javier Milei está buscando establecer acuerdos salariales cercanos al 1% mensual, en línea con su política de «crawling peg» o devaluación gradual, lo que ha dejado a los gremios más grandes rezagados respecto a la inflación.

Los acuerdos salariales de este año se basan en plazos más cortos, generalmente de tres o cuatro meses, lo que permite que los ajustes se mantengan en sintonía con las variaciones mensuales del índice de precios al consumidor (IPC), que actualmente se encuentra en torno al 2% mensual.

Perspectivas y preocupaciones sobre el poder adquisitivo

A pesar de la desaceleración en los aumentos, los sindicatos y las cámaras empresariales siguen acordando aumentos que buscan equilibrar la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores con la inflación. Sin embargo, la consultora Synopsis advierte que este enfriamiento en las negociaciones salariales podría marcar el fin de la recuperación de los salarios, ya que los aumentos empiezan a avanzar al mismo ritmo que la inflación mensual.
Los aumentos salariales en Argentina han experimentado una caída significativa, alcanzando niveles más bajos que los registrados en los últimos años. La desaceleración de la inflación y las políticas salariales del gobierno de Milei parecen estar influyendo en esta tendencia, lo que plantea interrogantes sobre el futuro del poder adquisitivo de los trabajadores en el corto y mediano plazo.