Cómo la revolución digital está transformando la conservación de la vida silvestre

El Día Mundial de la Vida Silvestre no solo celebra la belleza y diversidad de la flora y fauna de nuestro planeta, sino que también destaca, este año, el papel crucial de la innovación digital en la conservación de estos recursos naturales.

Según los expertos, al combinar tecnología con esfuerzos de conservación, se puede impulsar la protección efectiva de la vida silvestre, el comercio sostenible y una coexistencia armoniosa entre humanos y naturaleza.

Este 2024, según informa la ONU, el foco de la efeméride se centra en conectar a las personas y el planeta a través de soluciones digitales, convirtiéndose en una plataforma emblemática para el empoderamiento y la participación juvenil en la protección ambiental.

Se ha designado el 3 de marzo el Día Mundial de la Vida Silvestre en conmemoración a la fecha de ese mismo día en 1973, cuando se firmó la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Y ahora, la Secretaría de CITES es la designada a la observancia y la falicitadora en el evento anual mundial.

El ser humano depende completamente de la vida silvestre y de los recursos que esta provee. Su diversidad es la que satisface sus necesidades, ya sea como alimento, medicamentos, combustible o ropa.

El Día Mundial de la Vida Silvestre recuerda la importancia del trabajo en conjunto para la conservación de los ecosistemas, y celebra el trabajo duro que hasta ahora se ha realizado en todo el mundo.

Qué puede hacer la revolución digital por el ambiente

Este 3 de marzo 2024 se unirá la comunidad internacional para lograr un intercambio intergeneracional para que jóvenes y adultos puedan expresarse a través de presentaciones y debates sobre la conservación digital sostenible. Este evento también busca resolver el problema de la conectividad digital, la cual debería ser inclusiva para el mundo entero.

Las nuevas tecnologías han permito avances significativos dentro de los áreas de comunicación, investigación y seguimiento, herramientas indispensables para el cuidado de la vida silvestre. Aun así, existe la contaminación ambiental, el acceso desigual y el uso insostenible de la tecnología.

Es por eso que se quiere lograr una conectividad universal para 2030, que signifique un acceso seguro a Internet y un uso efectivo de los servicios digitales para todas las personas. Actualmente, solo un 36% de la población tiene acceso a Internet, alrededor de 2700 millones de personas no lo tienen, y los países menos adelantados se encuentran desconectados.

En un mundo cada vez más digitalizado, el Día Mundial de la Vida Silvestre busca encontrar una solución a una brecha que desafía directamente los esfuerzos globales por una conservación digital de la vida silvestre inclusiva.

Esta fecha proyecta una luz sobre este problema, buscando innovar en la gobernanza digital y la igualdad de oportunidades. Concientiza sobre el impacto de la actividad humana en la disminución de especies y promueve la innovación digital como un pilar esencial para la conservación. Es una invitación abierta a reflexionar sobre cómo cada individuo puede contribuir a asegurar el legado natural de las futuras generaciones.

En América Latina, la situación de la biodiversidad se vuelve cada vez más crítica debido a diversos factores, como incendios, tráfico ilegal, presencia de especies invasoras, contaminación y cambio climático. Estos elementos contribuyen a la pérdida de la flora y fauna autóctonas.

Las Naciones Unidas destacan esta fecha como una oportunidad para que la sociedad comprenda el valor invaluable de la vida silvestre. Tanto la flora como la fauna juegan un papel crucial en el bienestar humano, ya que contribuyen directa o indirectamente, especialmente en términos de salud.

Los cambios de uso del suelo, la sobreexplotación de la flora y fauna, el cambio climático, la contaminación y las especies exóticas invasoras son las principales causas de la degradación de los sistemas terrestres, marinos y de agua dulce.

Sin embargo, indican los expertos, la crisis ambiental puede ser mitigada mediante el incremento de los esfuerzos de conservación y restauración, la promoción de una producción y consumo de alimentos más sostenible, y la descarbonización rápida y profunda en todos los sectores.

Desafíos ambientales urgentes

Frente a un escenario global marcado por desafíos ambientales urgentes, diversos sectores y organismos internacionales refuerzan la importancia de avanzar hacia un futuro sostenible. La naturaleza, fuente inagotable de vida, reclama una protección estatal más firme y medidas concretas. Para tal fin, se propone la implementación de planes nacionales que apuesten por soluciones ecológicas como la energía renovable y una producción alimenticia respetuosa con el ecosistema.

Los líderes ambientales insisten en promover una industria agrícola que privilegie la sostenibilidad, mediante prácticas como la polinización natural y el control ecológico de plagas.

Otro pilar fundamental es la mitigación de la deforestación, un fenómeno que ha visto una reducción en su tasa pero que todavía representa una seria amenaza para los bosques primarios del mundo. Según datos de la FAO, el área de estos ecosistemas vitales ha decrecido alarmantemente desde 1990, con Sudamérica y África liderando las cifras de pérdida forestal.

En paralelo, la lucha contra el cambio climático encuentra en la neutralidad climática uno de sus objetivos más ambiciosos. Este concepto, respaldado por el Acuerdo de París, busca equilibrar las emisiones de gases de efecto invernadero mediante acciones climáticas enfocadas en la reducción y absorción de estos contaminantes. La meta es conseguir un planeta climáticamente neutro para mediados de este siglo.

Los océanos, vitales para el equilibrio del planeta, requieren una acción decidida para su conservación, enfrentando retos como la sobrepesca, la contaminación y el cambio climático. La ONU subraya la importancia de estos ecosistemas, no solo para la biodiversidad sino para el desarrollo sostenible. Un reciente Tratado Global de los Océanos, que busca proteger el 30% de las aguas internacionales para 2030, marca un hito en este esfuerzo collectivo.

Por último, la agricultura sostenible emerge como una solución clave frente al reto de alimentar a la creciente población mundial sin comprometer los recursos naturales. Prácticas como la agroecología y la agricultura orgánica no solo prometen mejorar la seguridad alimentaria sino que también apuntan a un balance entre rentabilidad, equidad y salud ambiental.

Fuente: Infobae