La propuesta de reforma del Impuesto a las Ganancias presentada por el Gobierno Nacional abarcará a trabajadores que incluso nunca pagaron este impuesto. «Es un tributo a los ingresos de los empleados», indicó el contador Hugo Zudaire.
El proyecto oficialista pretende volver al anterior esquema de Ganancias, en el que el mínimo no imponible para tributar el gravamen lo actualizaba el Poder Ejecutivo. De implementarse, se llevaría a cabo en forma trimestral, en línea con el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Los topes máximos que deberán cobrar los distintos grupos para no pagar Ganancias son solteros sin hijos: hasta 1.141.066 netos o en el bolsillo y casados con dos hijos: hasta $1.509.465, detalló Zudaire.
El contador remarcó que, en un principio, puede que la medida permita un incremento de la coparticipación a las provincias, pero luego “habrá que ver” si tiene un impacto real a lo largo del tiempo.
La propuesta de Milei de establecer esa modificación en el tributo forma parte de la “negociación” con los gobernadores para conseguir los votos en el Congreso para la nueva Ley Ómnibus.
“Vamos a ver cuánta plata es (para las provincias) y si el sacrificio vale la pena; porque con la recesión que hay, hay más trabajo en negro, como es típico en cada crisis”, especificó Zudaire.
Consideró, en este punto, que más trabajadores engrosarán las filas de los “no registrados”, en acuerdo con las empresas, para poder percibir sus sueldos sin la retención impositiva.
El contador resaltó que este tipo de iniciativas forman parte de la base del “anarcocapitalismo” que representa Milei. “Destruyen la clase media, que es la única que se le puede para de manos, desfinanciándola. Por otro lado, destruyen la moneda y la recaudación impositiva, para destruir el Estado”, sentenció.
