La decisión del Gobierno provincial de otorgar una suba salarial de 15.500 pesos a los trabajadores del Plan de Inclusión Social que menos cobran generó malestar en los beneficiarios.
El aumento no alcanzará a los que cobran extra, por desarrollar tareas en entes gubernamentales, ni tampoco a los becarios.
“Es una injusticia. Ya que el aumento no es para todos, al menos hubieran igualado los 351 mil pesos que es lo que cobran los otros”, señaló Roberto, uno de los beneficiarios del Plan que encabezó las protestas el año pasado, cuando la legislatura trataba el incremento para los trabajadores.
Roberto calificó de “desagradable” el incremento, y remarcó que, desde su asunción, el gobernador Claudio Poggi “en ningún momento nos nombró”.
“Los compañeros que cobran 180 mil pesos, están vendiendo sus pertenencias para poder llegar a fin de mes. Algunos pagan alquiler y no llegan”, sentenció.
El anuncio causó tal malestar que el trabajador no descartó que haya alguna movilización. “Hay gente que quiere salir a la calle, eso no es bueno, pero uno tiene que reclamar su derecho porque lo que está haciendo este Gobierno es una vergüenza”, remarcó, y concluyó: «Poggi a la gente del Plan no la quiso nunca».
