A finales de febrero, los gremios docentes rechazaron la propuesta del Gobierno de establecer un salario mínimo de $500.000. Sin embargo, la administración nacional ratificó esta cifra a través de la Resolución 381/2025, publicada oficialmente en el Boletín Oficial. Según el comunicado oficial, esta cifra corresponde al salario mínimo para un cargo de «maestro de grado común, jornada simple, sin antigüedad ni horas cátedra equivalentes».
La resolución, firmada por Carlos Torrendell, Secretario de Educación, sigue la recomendación del Comité Ejecutivo del Consejo Federal de Educación (CFE), que aprobó el monto en su reunión del 10 de marzo de 2025. Esta decisión se enmarca en el acuerdo alcanzado durante la 139° Asamblea del CFE, celebrada el 12 de febrero pasado.
El salario mínimo docente fijado por el Gobierno implica un incremento significativo respecto a la última actualización. En julio de 2024, el salario mínimo para los docentes era de $420.000, por lo que el nuevo monto representa un aumento del 19%. La medida entrará en vigencia para las liquidaciones salariales de febrero de 2025 y establece un «piso salarial» que no podrá ser inferior al monto estipulado.
Por otro lado, la decisión también se vincula con la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), un reclamo liderado por el gremio Ctera, que busca asegurar que el Gobierno financie una porción del salario docente. Esta medida tiene como objetivo garantizar que ningún docente reciba una remuneración inferior al salario mínimo establecido por el CFE.
A pesar de los esfuerzos por mejorar los salarios docentes, las protestas continúan en el sector educativo. El gremio docente universitario llevó a cabo un paro nacional a principios de esta semana, exigiendo mejores condiciones salariales y de infraestructura. Los principales reclamos incluyen aumentos salariales que no alcancen a cubrir la inflación, el congelamiento de becas y la falta de avances en proyectos de infraestructura.
En 2024, el gobierno había logrado un aumento del 270% en las universidades nacionales, pero varios rectores han señalado que ese aumento ya no es suficiente debido a la inflación de 2025. Además, los recortes en investigación y la reducción de obras de infraestructura han generado descontento entre los docentes universitarios.