La protesta inició con un cacerolazo espontáneo en varias zonas de la capital y el Gran Buenos Aires, como Palermo, Almagro, Caballito, Flores, Recoleta, Vicente López y Avellaneda, entre otros. A medida que avanzaba la noche, miles de personas comenzaron a marchar por la avenida Corrientes con destino a Plaza de Mayo.
El detonante de la movilización
El descontento se intensificó tras conocerse el caso de Pablo Grillo, un fotógrafo que sufrió graves heridas al ser impactado por un cartucho de gas lacrimógeno en el marco de un operativo de represión. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, justificó el hecho alegando que Grillo era «un militante kirchnerista», lo que provocó aún más indignación en la ciudadanía.
Cerca de la medianoche, una multitud colmó la Plaza de Mayo, con consignas en contra del accionar represivo del Gobierno. Entre las demandas principales, se destacó el pedido de renuncia del presidente Javier Milei y la ministra Bullrich.
Las imágenes de la protesta fueron transmitidas en vivo por distintos medios de comunicación y reflejan el creciente malestar social frente a las medidas de seguridad implementadas por el Gobierno. La manifestación dejó en evidencia una fuerte oposición ciudadana y abre interrogantes sobre la respuesta oficial ante futuras movilizaciones.