El médico Colin Campbell Irigoyen, vecino del country San Andrés, fue el primer profesional en llegar a la casa de Maradona tras recibir una llamada del psicólogo Carlos Díaz, uno de los siete imputados en la causa por «homicidio simple con dolo eventual».
«Cuando llegué, ya le estaban realizando maniobras de reanimación. Me sumé con un tensiómetro y un estetoscopio, pero ya estaba muerto desde hacía un par de horas», declaró ante los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tomasso y Julieta Makintach.
Campbell Irigoyen también describió el estado en el que encontró el cuerpo del exfutbolista: «Lo vi frío y no reaccionaba a nada».
Segundo testimonio: la certificación de la muerte
El médico Juan Carlos Pinto, de la empresa de emergencias +VIDA, fue el segundo testigo en declarar. Pinto destacó que «en la casa de Maradona no había la aparatología suficiente para atender al paciente».
A las 13:15, fue el encargado de firmar el certificado de defunción y comunicar la noticia a la familia. «No querían aceptar que había muerto», relató.
Pinto intentó reanimarlo con un desfibrilador, pero sin éxito. «Hacía rato que estaba muerto, más de dos horas aproximadamente. Lo supe por varias razones: los signos de rigidez, su postura cadavérica y las manchas en la espalda, que aparecen después de ese tiempo», explicó.
Próximos pasos en el juicio
La quinta audiencia del juicio se realizará el próximo martes a las 9, donde nuevos testigos brindarán sus declaraciones. El proceso sigue avanzando para esclarecer las circunstancias de la muerte de Maradona y determinar la responsabilidad de los imputados.