Prisión preventiva para Pablo Laurta por el doble femicidio de Córdoba

La Justicia de Córdoba ordenó la prisión preventiva de Pablo Laurta, acusado del doble femicidio de Luna Giardina y su madre, Mariel Zamudio. El hombre permanecerá detenido mientras avanza la investigación por los crímenes que conmocionaron a la provincia.

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La Fiscalía de Instrucción de Violencia de Género y Familiar de Segundo Turno, a cargo del fiscal Gerardo Reyes, dictó la prisión preventiva para Pablo Laurta, principal acusado por el asesinato de su expareja, Luna Giardina (26), y de su madre, Mariel Zamudio (54).

Laurta enfrenta cargos por doble homicidio calificado por el vínculo, alevosía y violencia de género, además de violación de domicilio, según informó el Ministerio Público Fiscal de Córdoba. Actualmente se encuentra alojado en la cárcel de Cruz del Eje, donde continuará mientras la causa sigue su curso judicial.

Un caso que sacudió a Córdoba

El crimen ocurrió el 8 de octubre pasado en una vivienda de la ciudad de Córdoba. De acuerdo con la investigación, Laurta ingresó armado a la casa donde vivían Luna y Mariel, y las asesinó a balazos.

Tras el ataque, huyó con el hijo de cinco años que tenía con Luna. La fuga terminó cuatro días después, el 12 de octubre, cuando fue detenido en un hotel de Gualeguaychú, Entre Ríos, a casi 700 kilómetros del lugar del hecho.

Antecedentes de violencia y medidas previas

Fuentes judiciales confirmaron que Luna Giardina había denunciado reiteradas veces a Laurta por violencia de género y amenazas. Pese a tener una orden de restricción y portar un botón antipánico, las medidas no alcanzaron para evitar el desenlace fatal.

El caso volvió a poner en debate la eficacia de los mecanismos de protección a víctimas de violencia de género y la necesidad de reforzar los sistemas de prevención y respuesta ante situaciones de riesgo.

La causa se encuentra aún en etapa de instrucción, y la fiscalía continúa recolectando pruebas para llevar el caso a juicio. Las imputaciones contra Laurta corresponden a delitos de máxima gravedad, cuya pena puede alcanzar la prisión perpetua.

Mientras tanto, la Justicia determinó que el acusado siga detenido por el riesgo procesal y la gravedad de los hechos.


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