El Gobierno de Javier Milei enfrenta una semana decisiva marcada por la presión de los gobernadores por fondos y la preocupación por el aumento del dólar, que cerró a $1.260 tras una suba del 3,7%. La disputa fiscal y la volatilidad cambiaria generan incertidumbre política y económica.La tensión entre la Casa Rosada y las provincias escaló tras una reunión fallida en la que el Ejecutivo ofreció solo $300 mil millones, muy por debajo de los $3 billones reclamados por los gobernadores. Ante la negativa del Gobierno, los mandatarios decidieron avanzar con proyectos en el Congreso para forzar el reparto de fondos, especialmente mediante la coparticipación del impuesto a los combustibles y una regulación más equitativa de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Lejos de desactivar el conflicto, el rechazo unificó a gobernadores de distintos espacios políticos en un frente común contra Nación. «Lograron el milagro de ponernos a todos en contra», ironizó uno de ellos.
El malestar con las provincias podría traducirse en una pérdida de apoyo clave en el Congreso. Varios gobernadores ya advirtieron que harán valer su influencia en ambas cámaras para presionar al Gobierno, en momentos en que se debaten temas sensibles como el financiamiento universitario y la declaración de emergencia para el Hospital Garrahan.
Según estimaciones internas del oficialismo, tras las elecciones legislativas el bloque de La Libertad Avanza podría contar con apenas 90 a 100 votos propios, muy lejos de la mayoría necesaria para aprobar reformas estructurales.
Suba del dólar: señales de alarma en el mercado
El dólar trepó un 3,7% y genera preocupación
En el plano financiero, el dólar libre registró un aumento del 3,7% en la última semana y llegó a los $1.260. Aunque desde el oficialismo adjudican la suba al pago de aguinaldos y el aumento de la demanda por turismo, también impactó el informe de JP Morgan que desaconseja mantener bonos en pesos ante el escenario electoral incierto.
Otro factor que complica el panorama es la menor liquidación del sector agroexportador. Con el regreso de las retenciones a la soja y el maíz, el campo podría retener ventas, reduciendo el ingreso de divisas y dificultando la acumulación de reservas por parte del Banco Central.
Aunque algunos economistas consideran que la suba del dólar no se trasladará de inmediato a los precios, por la baja circulación de pesos y salarios rezagados, en el oficialismo temen que cualquier sacudón cambiario afecte la estabilidad política en plena campaña electoral.
