Uno por uno, quiénes son los cuatro detenidos por el crimen de Uma y dónde surge la pista del quinto cómplice

La Policía Bonaerense detuvo al primer sospechoso el día del crimen de Uma Aguilera, la hija de 9 años del custodio de la ministra de Seguridad de la Nación que fue asesinada durante un intento de robo en la localidad de Villa Centenario de Lomas de Zamora. Este jueves, la Policía Federal (PFA) capturó a otros tres presuntos implicados en el asesinato y la propia Patricia Bullrich abrió un interrogante sobre la situación de los apresados al hablar del quinto sospechoso que está prófugo y es intensamente buscado por las autoridades. ¿Son los detenidos los verdaderos responsables?

“Durante la investigación de la Policía Federal surgió la pista de un nuevo cómplice por el asesinato de Umma. Vamos por él. Todos los responsables van a pagar por lo que hicieron”, posteó en X la ministra de Seguridad. Y, entonces, quién es quién en esta causa.

El fiscal Pablo Rossi de la UFI N°18 de Lomas de Zamora, que investiga el caso como robo agravado por el uso de arma (dos cargos, uno en grado de tentativa) y homicidio criminis causa (matar para ocultar otro delito), ya dio pista para comenzar a pulir la situación de los detenidos que capturó la Policía, según confiaron fuentes oficiales a Infobae.

El paso inicial fue convalidar el pedido de los abogados del primer apresado: Patricio Valentín García (22). El fiscal Rossi aceptó las medidas de pruebas que propusieron los defensores y que, según ellos, le aportan una coartada a su cliente, que incluye testigos y cámaras de seguridad que lo ponen en otro lugar a la hora y el día del ataque a la familia de Uma.

El resultado de esas medidas será clave para el futuro de la investigación, y de García, quien no tiene condenas, pero fue apresado e imputado en 2021 en una causa por robo agravado.

La situación de dos de los otros tres capturados es diferente. La PFA arrestó este jueves a Axel Emiliano “Pelusa” Rojas (20), en la ciudad de San Pedro. El dato clave para atraparlo lo dio su familia: la información del auto que usó para escapar y que no tiene impedimentos legales. Se trata de un Peugeot de color gris que fue rastreado por los lectores de patente. Cuando encontraron el coche, y a Rojas, descubrieron una insólita leyenda en la luneta: “Capacidad máxima. 4 bandidos”.

Los agentes federales, en colaboración con la Policía Bonaerense, le secuestraron zapatillas blancas muy similares a las que usó uno de los ladrones que participó del robo. El ladrón fue registrado por cámaras de seguridad cuando caminaba con sus cómplices tras el crimen. Esa imagen permite observar el tipo de calzado que llevaba.

“Pelusa”, además, fue identificado por testimonios y por las características físicas. Fue mencionado por dos llamados anónimos al 911.

Más tarde, los hermanos Molinas Romero fueron descubiertos por la PFA escondidos en una precaria casa de la localidad de Marcos Paz. Sobre la participación del mayor no hay dudas: Miguel Pastor Romero Molinas, de 20 años, dejó huella dactilar en el Toyota Corolla negro robado con el que los delincuentes interceptaron el Ford Ka de Eduardo Aguilera, papá de Uma. Tiene antecedentes por encubrimiento y hurto.

El otro tiene 17 años, tal como había adelantado este medio el miércoles, cuando contó que los investigadores estaban tras la pista de un menor punible entre los sospechosos. Su arresto plantea un problema: “Hay que ver si el caso pasa al fuero de Responsabilidad Juvenil o sigue bajo la órbita de la UFI N°18″, dijeron las fuentes consultadas por este medio.

En ese contexto, apareció el tuit de Bullrich sobre el quinto cómplice, y prófugo. Fuentes de la investigación contaron que el hombre buscado está “directamente implicado” en el homicidio de la nena. En ese contexto, deslizaron que las medidas de prueba que pidió la defensa del primer detenido, cuando aportó su coartada, serán clave. O sea, ¿uno de los asesinos está prófugo?

En paralelo, otras fuentes del caso involucradas directamente en la pesquisa informaron a este medio que tienen en la mira a un barra brava de Los Andes vinculado al alquiler de armas a los delincuentes de la zona, y de municiones, y también al corte de autos robados para venta de autopartes o envíos a Paraguay de los vehículos de alta gama.

Lo que no está claro, en este punto, es si el quinto cómplice del que habló Bullrich es este barra o este sospechoso que aporta armas a los ladrones es una línea alternativa que va más por el lado del encubrimiento. En concreto, la Policía lo ha buscado por el barrio Olimpo de Lomas de Zamora sin suerte. Hay varios operativos para dar con él.

El caso

El crimen se registró este lunes a las 8.48, cuando Eduardo Aguilera, policía vestido de civil, salía con Umma a bordo de su auto Ford Ka gris del garaje de su casa situada en Pío Baroja, a pocos metros del cruce con la calle París, de Villa Centenario.

Mientras la madre de la nena, María Eugenia Rodríguez Álvarez, cerraba el portón y el custodio aún no había llegado a tomar la calle, un auto Toyota Corolla negro que había sido robado minutos antes a otro vecino de la zona le interrumpió el paso y dos delincuentes bajaron armados y se aproximaron con intenciones de robo al conductor.

Aguilera aceleró para huir, momento en el que los asaltantes dispararon hacia la parte trasera del vehículo: allí iba Umma. La nena recibió un disparo en la nuca y en una de sus manos, por lo que fue primero trasladada de urgencia al hospital Gandulfo y luego derivada en un helicóptero al hospital Churruca, donde fue operada y murió horas más tarde.

Este martes, los restos de la nena fueron velados en Banfield y, luego, trasladados al cementerio de Lomas de Zamora: una caravana de autos y una multitud de policías, vecinos y allegados, que acompañaron a pie y en bicicleta, fueron los custodios del féretro las tres cuadras que duró el doloroso recorrido.

Fuente: Infobae