Un joven de 21 años que salía de un local de actividad nocturna, el sábado a la madrugada, fue atropellado por una SUV, cuyo conductor se dio a la fuga tras el hecho. La familia de la víctima busca al chofer del vehículo, aun con poca ayuda de la Policía.
Gabriel Guerrini, padre del muchacho atropellado, contó que su hijo Jeremías había ido a jugar al pool con su hermana y una amiga, a un local ubicado en Illía y Falucho. Al salir, fue a abrir la puerta trasera del lado del conductor de su vehículo para que subiera una de sus acompañantes. En ese momento, fue embestido por una Ford Ecosport de color negro.
“Él queda apretado entre el auto (que lo atropelló) y la puerta del auto nuestro. La Ecosport lo rola contra el auto, gracias a Dios que mi hijo es de tamaño grande y abolló toda la puerta; después el cuerpo de mi hijo siguió rolando y cayó delante de nuestro auto”, detalló Guerrini.
El padre de la víctima dijo que la Ecosport era conducida por “un señor adulto, que iba con una señorita”. De acuerdo a lo que la familia del damnificado pudo reconstruir, el conductor “intentó frenar, pero se sintió el grito de la señorita que dijo ¨vamos, vamos¨, y se escaparon”, afirmó el hombre.
Jeremías intentó perseguir al fugitivo, pero no pudo darle alcance. Por eso, salió a buscarlo en su propio auto, pero no logró hallarlo. Sí se encontró con unos 10 motoristas del DRIM, a quienes acudió para tratar de dar con el conductor imprudente.
“Les pidió ayuda, pero no le dieron mayor importancia. Le dijeron que fuera a hacer la denuncia en Accidentología Vial”, contó Gabriel. En esa dependencia, no tuvo mejor suerte: “Le dijeron que volviera el lunes porque estaban abocados al desfile del 25 de Mayo”, completó.
El padre del damnificado lamentó que los policías del DRIM no realizaran un operativo cerrojo para dar con el vehículo. “Lo podían atrapar en cualquier lado de la ciudad, no hay tantas Ecosports negras, con un espejo colgando dando vueltas por San Luis”, sentenció.
Guerrini fue a radicar la denuncia el domingo a Accidentología y pidió que gestionaran las imágenes de las cámaras de seguridad de la Provincia, para poder identificar el recorrido del conductor fugitivo. Hasta el lunes, la Policía no había solicitado esas grabaciones.
“Las cámaras de seguridad son como el caballo de la plaza Pringles: no te cagan, pero tampoco te llevan a dar una vuelta”, ironizó.
Guerrini pidió, a través de las redes sociales, datos sobre el conductor.
