El sur de Brasil quedó conmocionado por un violento hecho ocurrido en la localidad de Vitorino, en el estado de Paraná. Un hombre de 26 años fue detenido tras ser acusado de apuñalar tres veces a su hija de tres años, por la espalda.
El ataque fue descubierto cuando la madre de la menor fue a buscarla al domicilio del agresor, su expareja, luego de que la niña pasara allí el fin de Semana Santa.
Según confirmó la Policía, el sujeto habría utilizado a la pequeña para amenazar a la mujer, en represalia por el fin de su relación.
El sospechoso fue encontrado en una zona boscosa donde intentaba esconderse. Su detención fue posible gracias a una operación conjunta entre la Policía Militar de Paraná (PM-PR) y la Policía Civil de Santa Catarina.
Durante su declaración ante las autoridades, el hombre optó por guardar silencio. Enfrentará cargos por intento de femicidio, figura legal contemplada en la legislación brasileña en casos de violencia extrema dentro del ámbito familiar.
La niña fue trasladada de urgencia al Hospital Policlínico, donde se le practicó una cirugía en la columna cervical. Actualmente permanece internada en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI), con un cuadro de salud grave pero estable, según el parte médico difundido.
El caso se suma a una preocupante ola de violencia en Brasil. En 2024, se registraron cuatro femicidios por día, totalizando 1.459 víctimas, de acuerdo con datos recopilados por Folha de São Paulo.
Desde que el femicidio fue tipificado en 2015, más de 11.800 mujeres murieron por violencia de género. Un estudio reciente del Foro Brasileño de Seguridad Pública (FBSP) reveló que el 37% de las mujeres mayores de 16 años sufrió algún tipo de violencia en el último año.
