El hecho ocurrió en la noche del sábado cuando Martín Gonzalo Cáceres, junto a su amigo Alejo, se encontraba en una fiesta en la zona norte de la ciudad. Según testimonios de su amigo, la situación se descontroló cuando un grupo de rugbiers comenzó a empujar a los jóvenes. La violencia escaló rápidamente, y uno de los atacantes lanzó una gorra a Alejo, lo que desató una pelea. Martín intentó intervenir para calmar la situación, pero fue golpeado brutalmente en la cabeza y el cuerpo, cayendo al suelo.
Aunque sus amigos lograron sacarlo del lugar y llevarlo a su casa, horas después Cáceres comenzó a descompensarse. Fue trasladado al Sanatorio Parque, donde los médicos diagnosticaron un hematoma extradural, una lesión grave que requería cirugía urgente.
El joven fue intervenido quirúrgicamente debido a la severidad de la lesión. Según el neurocirujano Matías Báez, la situación de Cáceres sigue siendo grave, aunque su edad y la rapidez en la que se le brindó atención médica son factores que favorecen su recuperación. Actualmente, se encuentra en terapia intensiva, y aunque muestra una leve mejoría, su vida sigue en peligro.
El jefe de guardia del hospital, Matías Díaz, explicó que el hematoma extradural provoca presión sobre el cerebro, lo que pone en riesgo la vida del paciente.
Sospechas y reacciones
La familia de Cáceres ha vinculado a los agresores con el club Córdoba Athletic, ya que algunos testigos mencionaron que el grupo de atacantes pertenecía a esa institución. En respuesta, el club emitió un comunicado en el que se deslinda de la responsabilidad, aclarando que no organizó ni autorizó el evento donde ocurrió la agresión. Además, expresaron su repudio hacia la violencia y su disposición para colaborar con la justicia.
El club también destacó que no se trató de una fiesta oficial del Córdoba Athletic, sino de un evento privado realizado en un establecimiento en la zona norte de la ciudad.