Una familia de cinco integrantes que alquilaba una casa en ruta 20 kilómetro 6, en el ingreso a Juana Koslay, tuvieron que mudarse porque “nos robaron 6 veces en menos de 2 meses”.
Ailén, damnificada, contó que la zona es muy transitada, pero “hay descampados de acceso a un montón de gente que no debería pasar por ahí, pero es por donde entran y se esconden o se escapan”.
La mujer que tiene 3 hijos, uno con discapacidad y otro con problemas cardíacos, indicó que su esposo trabaja fuera de la provincia y solo está en su casa los fines de semana. “Cuando él estaba mal que mal la pasábamos, pero eventualmente ocurrieron 3 robos los días lunes”, sentenció.
Y agregó que pusieron cinco cámaras con un sistema de alarmas e ingresaron “con un palo para bajar las cámaras y en otra oportunidad rompieron el sistema de alarmas, arrancaron las chicharras desde arriba del techo y está todo estudiado con mucha agresividad”.
“En otra ocasión me encontré con dos jóvenes de no más de 30 años, uno adentro y otro en el garaje de mi casa que se tornaron muy agresivos, estaban armados, nos apuntaron, nos dispararon y quedó todo en la nada”, resaltó la damnificada.
En este sentido, Ailén recordó que “las cinco cámaras los tomaron de frente, de costado, de todos lados y la justicia sigue sin hacer nada. Fui a Investigaciones a reconocer pertenencias de robos y me dijeron que en la denuncia no figura nada de violencia adentro del domicilio”.
“La casa que alquilábamos era cómoda y linda, en condiciones, pero la inseguridad nos corrió”, lamentó la mujer.
Y detalló: “Me robaron un lunes la garrafa, al siguiente lunes las cuatro cubiertas del auto con llantas y hasta los tornillos estando yo adentro de la casa. A los 15 días ingresan a las 8.18 cuando volvía con mi cuñada de dejar a mi hija en la escuela con el delincuente adentro que nos llevo las carteras y llaves de los autos, ahí nos apuntó y lo perseguí”.
“Pasan 10 días y nos volvieron a robar dos cachorros, entre otras cosas, y a los 15 días vuelven a ingresar, salí a la farmacia que tenía a 80 metros y volvieron a ingresar, me arrancaron las rejas y se llevaron televisores, zapatillas, absolutamente todo, nos desvalijaron en 25 minutos”, remarcó Ailén.
Y un viernes que llegó su marido y se volvieron a encontrar con delincuentes tomaron la decisión de irse: “Esa misma noche embalamos todo y no sabíamos a dónde nos íbamos, nos prestaron un departamento diminuto, como un monoambiente, donde estamos los cinco porque ingresar a un alquiler implica mucho dinero y es difícil conseguir con niños”.
Pese a los reiterados robos que sufrieron, la mujer dijo que la inmobiliaria de la casa que dejaron de alquilar les pide que pinten, pagar la multa por rescindir el contrato antes y sin previo aviso “asique tenemos que juntar todo ese dinero para pagar todo eso y aparte de intentar ver a dónde nos vamos a vivir”.
