Una inesperada campaña tuvo lugar durante el fin de semana en las redes sociales: usuarios pidieron al presidente electo, Javier Milei, que “elimine los octógonos negros” de los productos alimenticios.
La Ley 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable, conocida como ley de Etiquetado Frontal, está vigente desde hace más de un año, pero recién en las últimas semanas se terminó de implementar, para abarcar la totalidad de los productos establecidos en la normativa.
Celeste Malavasi, vicepresidenta de la Federación Argentina de Graduados en Nutrición (FAGRAN) y vocal de la Asociación de Nutricionistas de San Luis, indicó que, si bien es pronto para conocer el impacto que tiene en la sociedad, la medida permite a los consumidores “descubrir los productos falsamente percibidos como saludables: los yogures, las barritas de cereales, los jugos comerciales de fruta”.
“Descubrimos que el yogur tenía más de tres sellos, que yogures enteros tenían agregados o adicionados edulcorantes, que las barritas de cereales percibidas como light no eran tal”, agregó.
Otras experiencias similares aplicadas desde hace varios años en países latinoamericanos, como Chile o México, muestran que el etiquetado frontal motivó a las empresas productoras a fabricar alimentos más saludables, al tiempo que los consumidores prestan más atención a lo que adquieren.
Malavasi opinó que eliminar los octógonos, como pretende esta campaña de las redes sociales, es “coartar el principio de libertad, porque la Ley tiene como uno de sus principales objetivos el derecho del consumidor a la libertad de elección del producto; antes no disponíamos de toda la información nutricional de un producto ultraprocesado; hoy con estos octógonos se expresa rápidamente cuál es su composición nutricional”.
