Desde la implementación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 274/2024, el Gobierno aseguró que la nueva fórmula atada a la inflación permitiría a los jubilados no perder poder adquisitivo. Sin embargo, en un contexto de desaceleración inflacionaria, esta medida ha generado el efecto contrario, consolidando la pérdida de valor de los haberes.
Según el CEPA, al comparar los montos bajo ambas fórmulas, la jubilación mínima en marzo de 2025 se ubica en $279.122, mientras que con el sistema previo habría sido de $356.962, es decir, un 27,9% superior.
A pesar de que el Gobierno mantiene un bono de $70.000 para los jubilados de la mínima, este valor se encuentra congelado desde marzo de 2024, lo que ha reducido progresivamente su impacto real en los ingresos. Según las estimaciones, si el bono se hubiera actualizado al mismo ritmo que la inflación, hoy debería alcanzar los $145.303, más del doble de su valor actual.
Este deterioro ha generado que, a pesar del bono, los jubilados que perciben el haber mínimo se encuentren por debajo de la línea de pobreza, establecida en $334.536 según el último informe del INDEC.
A pesar de que el Gobierno mantiene un bono de $70.000 para los jubilados de la mínima, este valor se encuentra congelado desde marzo de 2024, lo que ha reducido progresivamente su impacto real en los ingresos. Según las estimaciones, si el bono se hubiera actualizado al mismo ritmo que la inflación, hoy debería alcanzar los $145.303, más del doble de su valor actual.
Este deterioro ha generado que, a pesar del bono, los jubilados que perciben el haber mínimo se encuentren por debajo de la línea de pobreza, establecida en $334.536 según el último informe del INDEC.
La reducción en las jubilaciones ha sido una pieza clave dentro del ajuste fiscal del gobierno libertario. Según datos oficiales, el recorte en los haberes previsionales representó el 19,2% del ajuste total realizado en el Sector Público Nacional en 2024.
A su vez, al analizar la evolución de los haberes mínimos (incluyendo el bono) entre septiembre de 2023 y marzo de 2025, se observa una pérdida del 13,3% en su poder adquisitivo, según el CEPA. Esto se debe a que el bono extraordinario nunca se incorporó al haber base y, por lo tanto, no se actualizó con los aumentos.


