Al mismo tiempo que el Superclásico se estaba jugando en Córdoba y que finalizó con alegría de Boca, en España se disputó un nuevo duelo que el Real Madrid le ganó al Barcelona y que también finalizó con un entretenido 3-2 en el Santiago Bernabéu. Por la fecha 32 de LaLiga el equipo catalán fue dos veces en ventaja pero no la pudo sostener y así se le cortó cualquier tipo de ilusión: ahora la diferencia es de 11 puntos y los Blancos tienen el título servido (quedan seis fechas por jugarse).
Un resultado que va de la mano a lo que ambos habían vivido hace días. El Real venía de clasificarse a semifinales de la Champions eliminando al Manchester City por penales. Mientras que los Blaugranas habían padecido a Kylian Mbappé y al PSG siendo goleados. Por eso, Carlo Ancelotti planteó un 11 con algunas variantes, con un ritmo más relajado pero aún así demostró que tiene más jerarquía que su histórico rival. Es el cuarto clásico seguido que le ganan.
La historia había comenzado con Andriy Lunin, figura en la tanda de penales en Inglaterra, quien tuvo una floja salida en un corner y a los cinco minutos llegó el 1-0 de Andreas Christensen de cabeza para los de Xavi. Aunque esa alegría les duró poco. Al ratito, Lucas Vázquez se le escapó a Joao Cancelo y en el área recibió una falta de Pau Cubarsí. El Barsa reclamó pero el referí cobró penal. Y Vinicius anotó el 1-1 con tranquilidad.
Y así como en el Boca-River hubo una polémica por un gol anulado sobre la línea, en este clásico también sucedió. A los 27 minutos de esa primera mitad Lamine Yamal desvió una pelota y Lunin la sacó con lo justo. En España tampoco está la tecnología de la línea de gol con el reloj para el árbitro. Por lo que luego de tres minutos de chequeo con el VARse decidió que no entró al no encontrar una imagen que así lo demuestre.
Un golpe para el Barcelona que al final del PT recibió otro. En este caso con Frenkie de Jong quien en una pelota dividida fue con el pie flojito mientras que el uruguayo Federico Valverde entró con todo. La consecuencia fue una lesión en el tobillo para el neerlandés y de muy mala pinta. Se fue en camilla y hasta aplaudido por el Bernabéu.
En el segundo tiempo el Barsa siguió apretando hasta que llegó al 2-1 con Fermín López, otro de sus chicos. Pero si hay algo que condena al equipo de Xavi es que defensivamente da muchas ventajas. Y así pasó cinco minutos después cuando Vinicius (siempre determinante) tiró un centro desde la izquierda y Lucas Vázquez convirtió el 2-2 mientras Cancelo lo miraba.
Y si el empate parecía sellado porque a los Blancos les servía, en tiempo de descuento logró la festejada victoria y con un personaje que había bajado su rendimiento como Jude Bellingham. El N° 5 la mandó a guardar en el segundo palo y desató el festejo de todo el Bernabéu que ya disfrutó con la Supercopa (4-1 en la final al Barsa), tiene LaLiga casi atada y va por su 15ª Champions. Sí, la vida les sonríe.
Del otro lado, el Barcelona no ve la hora para que se termine una temporada sin títulos. Ya se sabe que Xavi dejará el club en junio, en el plantel hubo polémica y cruces por las declaraciones de Gündogan contra Araújo por la roja vs. PSG y el clima está enrarecido. Ahora, se les sumó otro golpe más ante el rival de siempre que se les escapó a cinco partidos en el historial (105 a 100).
Fuente: Diario Olé
