Su ex subió 5 mil kilos de escombros al techo y sus cuatro hijos murieron aplastados: “Lo quiero preso”

Imaginar un dolor más grande es un ejercicio casi imposible. Pamela Nisi (38) lo sufrió en carne propia y desde hace un año convive todos los días con esa angustia infinita. El 8 de enero de 2023, uno de los techos de la casa que habitaba en El Jagüel, partido de Esteban Echeverría, se desplomó y mató a cuatro de sus hijos.

Eran las 22.30 y Pamela juntaba de la mesa los restos de la cena. Los mellizos Benicio y Noah (4) dormían; Santino (10) y Lorenzo (6) todavía jugaban en sus camas. De repente, Valentine (15) vio algo que lo sobresaltó y corrió a buscar a su mamá. “Algo cae del techo”, le dijo. Antes de que la mujer pudiera reaccionar, oyó un estruendo feroz y se topó con el desastre ante sus ojos: la losa se vino abajo y aplastó a los cuatro menores.

“Cada vez que escucho un trueno me trae los recuerdos horribles de aquel día. Quedé traumada a los ruidos, los golpes. Cuando llega la noche, no me gusta estar sola. Vivo con miedo. Estoy en tratamiento”, cuenta Pamela a TN.

La acusación contra su ex

Hacía dos semanas que la mujer se había mudado a la casa de Catalino Daniel López (51), en la calle Talcahuano al 1100. Soñaba un futuro junto a sus hijos y al hombre que -si bien no era el padre biológico- había criado a los dos mellizos desde su nacimiento.

El plan era construir dos habitaciones arriba. La obra iba a comenzar en esos días y la pareja ya se había hecho de cinco toneladas de materiales para la ampliación. Como el patio estaba ocupado por una pileta y en la casa no había más lugar, Pamela cuenta que le pidió a López alquilar un contenedor. “Me decía que no, que no quería gastar 10 mil pesos en eso”, recuerda.

“Además de los escombros, él subió una máquina mezcladora, bolsas de cemento y arena”, detalla la mujer. Sin embargo, ese no era el único problema: “Él hizo la losa con sus propias manos. No llamó a un arquitecto o a un albañil. Él sabía que era una losa falsa y mal estructurada. Sus hijos también. Todos lo sabían, menos yo”.

Días atrás, la UFI N°3 de Esteban Echeverría, a cargo de la fiscal Vanesa González, elevó la causa a juicio. Resta el sorteo del tribunal y definir la fecha para que López, que hoy está libre, sea juzgado por el delito de homicidio culposo agravado por la multiplicidad de víctimas.

“Nunca voy a entender cómo igualmente subió todos los materiales y las máquinas. Me destrozó la vida. Lo quiero preso”, retoma Pamela. Y aclara: “El peso del techo que se derrumbó era mayor que el de los escombros que él subió. Eran 6 mil kilos de losa, según las pericias”.

“Sueño que mis hijos me abrazan”

En esa batalla perpetua contra el dolor, Pamela intenta estar en movimiento y mantener viva la memoria de sus hijos. “Todas las semanas los visito en el cementerio de Flores. Es mi descarga. Les hablo y siento que están ahí. Les llevo caramelos, chupetines”, cuenta.

Sin embargo, la melancolía siempre aparece. “Me levanto a la mañana y ya no escucho los gritos, las risas y el llanto de mis hijos. La casa era puro barrullo y hoy es puro silencio”, retrata, y continúa: “A veces ellos me visitan por las noches, y sueño que me abrazan”.

Este lunes, al cumplirse un año del derrumbe, Pamela despertará en la casa que alquiló en San Martín en los últimos meses y, por la tarde, hará una marcha en el lugar de la tragedia. La acompañarán familiares, amigos y vecinos. “Tiene que haber justicia -concluye la mujer-. Que no haya ningún otro inútil que por hacerse el arquitecto arruine a una familia. Él tiene que pagar. Sé que el karma le va a llegar de alguna manera”.

Fuente: TN