Una panadería de la ciudad de San Luis comenzará a vender productos panificados proteicos elaborados a partir de una fórmula creada por dos científicas de la Universidad Nacional de San Luis.
La licenciada en Nutrición, María Eugenia Dios Sanz, y Laura Teresa Rodríguez Furlán, ingeniera en Alimentos y doctora en Química, trabajaron durante más de 10 años para encontrar una receta que permita fabricar un alimento saludable, rico y a bajo costo.
De la intensa tarea surgió “NutriForm”, un producto que contiene “todos los nutrientes que necesitan las personas y que no pueden acceder a productos de alto costo, como la carne, las frutas o las verduras”, detalló, a Radio Ciudad, Rodríguez Furlán.
La iniciativa surgió a partir de la “gran preocupación con los altos índices de desnutrición debido a los bajos recursos de las personas”.
La ingeniera relató que a lo largo de su carrera desarrolló productos destinados a enfermedades específicas y “sentía la necesidad que tenía que hacer algo con mi carrera para poder ayudar a la gente y me pareció que, para hacer algún cambio en la vida de las personas, tenía tratar de un alimento que tenga todos los nutrientes que las personas necesitan para tener una alimentación completa”.
“Si los niños no reciben nutrientes impacta negativamente en el desarrollo de su cerebro, su físico, empiezan a tener problemas en su vida diaria, puede impactar en su inteligencia y luego no poder hacer una carrera universitaria, o sea, todo su futuro y su vida se ve afectada por no tener una buena alimentación”, describió.
Tras encontrar la fórmula que aportara todo lo que pretenden, hace 4 años, iniciaron otro proceso: lograr que se pueda fabricar un alimento agradable al paladar de los consumidores. “Tenía que tener un sabor que a las personas les guste y encontramos que las galletas, magdalenas y budines se pueden hacer de diferentes sabores; pero había que hacer un sabor básico neutro para poder después adicionarle otros sabores y en eso nos llevó mucho tiempo más”, relató la doctora.
En estos productos incluyeron ingredientes alternativos y de bajo costo “porque tenía que ser barato y que tuviera un alto valor nutricional, y empezamos a trabajar con inhibidores de sabores y olores que son compuestos naturales que se pueden agregar y finalmente lo logramos. Después empezó la travesía de encontrar una empresa que quisiera producir este producto, que eso también nos llevó bastante tiempo”.
Las galletitas que se lanzarán al mercado cuentan con 23 gramos de proteínas cada 100 gramos de producto y “son proteínas completas, la dosis recomendada para niños son tres galletitas al día”.
“Tiene el calcio de una taza de leche, tiene la fibra de las verduras que necesita por día, tiene el hierro necesario para evitar las anemias ferropéticas, o sea, es bastante completo. Tienen un bajo contenido de carbohidratos y un alto contenido de los demás ingredientes”, añadió Rodríguez Furlán.
Esta iniciativa buscará favorecer a comedores escolares y barriales, y que se pueda comercializar también en grandes empresas. La elaboración a gran escala y su venta estará a cargo de la panadería Castro Hermanos.
Rodríguez Furlan anticipó, además, que también están trabajando para producir pastas, nuevas panificaciones y postres proteicos, para ampliar la gama de este tipo de alimentación.
