WhatsApp es una de las aplicaciones de mensajería más populares del mundo y constantemente se actualiza con diversas funciones para mejorar la privacidad de su servicio. Sin embargo, algunos aún buscan maneras de mantener la discreción al ver el contenido que comparten sus usuarios en los estados, y existe un “hack” para lograrlo.
Entre los cambios radicales que aplica la aplicación a su funcionamiento todos los meses, la confirmación de lectura en las diferentes formas que existen para intercambiar información y documentos es uno de los más molestos para algunos internautas.
Es por este motivo que la aplicación ofrece la posibilidad de desactivarlas en los chats individuales, grupales y hasta en los estados, pero esta herramienta sigue teniendo baches en algunas situaciones particulares.
En el pasado, desactivar las “tildes azules” solía ser una forma efectiva de ocultar la visualización de los estados en WhatsApp. Esta estrategia fue corregida rápidamente por la aplicación, ya que al reactivar las confirmaciones de lectura, se revelaba que se había visto el estado de la otra persona.
De todas formas, existe una manera de evitar ser detectado al ver los estados de WhatsApp. Hecha la ley, hecha la trampa. La clave está en esperar 24 horas antes de volver a activar la función de confirmaciones de lectura. Esto permite que puedas visualizar los estados de alguien sin que la otra persona se dé cuenta.
Paso a paso: cómo ver los estados de WhatsApp sin que se den cuenta
1. Ingresá a la aplicación de WhatsApp.
2. Seleccioná la sección de “Configuración”. En dispositivos iPhone, vas a encontrar esta opción en la esquina inferior derecha; en dispositivos Android, presiona los tres puntos ubicados en la esquina superior derecha.
3. Selecciona la opción de “Privacidad”.
4. Desmarca la función de “Confirmaciones de lectura”.
Una vez desactivada esta función, podrás ver los estados de otras personas de forma discreta. Recordá esperar 24 horas antes de volver a activar las confirmaciones de lectura para evitar ser detectado.
Fuente: Crónica
