El dólar blend real ya es más bajo que en los anteriores programas de incremento exportador

“Abrir el cepo, avanzar hacia la competencia de monedas y cerrar el Banco Central”. Esa es la secuencia que planteó esta semana Javier Milei como norte para su plan de ajuste. Para dar el primer paso, además de a la efectividad de la licuadora de pesos y a un eventual nuevo endeudamiento con el FMI, el Gobierno apuesta buena parte de sus fichas a la liquidación de la cosecha gruesa. Pero allí se enfrenta a las clásicas presiones del agro por una mayor retribución, luego de que el plafón conseguido con la megadevaluación de diciembre se fuera consumiendo.

Luis Caputo, en sus recientes reuniones con empresas de consumo masivo y supermercados, reiteró que no prevé una devaluación brusca en el corto plazo. Y durante febrero, el mercado se fue alineando con esa idea, al menos en los contratos de dólar futuro. Pero en el campo esperan una señal del Gobierno, el reconocimiento de un tipo de cambio más alto de cara a la temporada alta de agroexportaciones, en la que el BCRA apunta a acelerar la compra de reservas. Es algo que comenzó a conversarse con los funcionarios.

Lo cierto es que, a pesar de la fuerte devaluación de diciembre, el tipo de cambio real al que acceden los exportadores ya se ubica por debajo del que ofrecían las anteriores ediciones del llamado Programa de Incremento Exportador, lanzadas durante la gestión de Sergio Massa en el Ministerio de Economía. Así lo calculó el Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (GERES). Impactaron el fogonazo inflacionario de estos meses (acompañado por un crawling peg del 2% mensual) y, en las últimas semanas, la reducción de la brecha cambiaria que le puso un techo al dólar blend, como se conoce al esquema actual en el que el 80% de las exportaciones se liquidan en el mercado oficial y el 20% en el contado con liquidación (CCL).

La encerrona del equipo económico

GERES señaló que “el tipo de cambio exportador real vigente (80/20), luego de la megadevaluación y la inflación de los últimos meses, alcanza niveles de enero de 2022, por debajo de los programas de incremento exportador (PIE) anteriores”. En términos nominales, el dólar blend ronda hoy los $893.

Esta realidad aparece matizada por el hecho de que, desde el 11 de diciembre, el BCRA registra un extenso período de compra neta de divisas: tuvo saldo favorable en 61 de las últimas 63 ruedas. Sin embargo, GERES aclaró que esto ocurre “bajo el amparo de una fuerte restricción de pagos de importaciones y de la significativa caída de las mismas por la recesión”. Como contó Ámbito, el esquema de pago escalonado de las compras al exterior hizo crecer durante el verano la deuda comercial en una magnitud similar a las divisas adquiridas por el Central.

En ese marco, se da una aparente paradoja, que recoge el citado grupo de estudios: “Si bien el tipo de cambio exportador real muestra una rápida apreciación, la brecha del tipo de cambio del programa de incremento exportador vigente (80/20) con respecto al CCL, se encuentra en niveles mínimos”. Una de las explicaciones radica en que el propio esquema del dólar blend genera una oferta adicional en el contado con liquidación equivalente al 20% de las ventas al exterior, que resulta significativa en un mercado relativamente pequeño (y con demanda menguada por la licuación de pesos) y arrastra a la baja su cotización.

Esa es hoy la encerrona que enfrenta el equipo económico de cara a la cosecha gruesa que se aproxima. En ese marco, GERES planteó que “aumenta la presión de los exportadores para mejorar el tipo de cambio por medio de aumento del CCL, la reducción de retenciones u otra medida que otorgue un tipo de cambio diferencial que resulte en una mejora del tipo de cambio exportador”. Se trata de alternativas que tienen sus complejidades: el propio dólar blend le pone un coto al aumento del CCL y una reducción de retenciones complicaría un frente fiscal que por el lado de la recaudación ya empieza a verse resentido a causa de la aguda recesión.

La consultora ACM también puso el ojo en la apreciación cambiaria. Destacó que, en la séptima revisión del programa vigente, Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió “mantener un tipo de cambio real alineado con el promedio histórico del país, lo cual equivaldría a $573,5 a precios del 14 de diciembre de 2023”. Sin embargo, la consultora apuntó que, actualmente, con datos hasta el 6 de marzo de 2024, el tipo de cambio real ya se encuentra por debajo de este umbral.

Fuente: Ámbito