Día Mundial Sin Carne: ¿por qué se conmemora y qué ventajas tiene esta alimentación?

Cada 20 de marzo se celebra el “Día Mundial Sin Carne“. Es una iniciativa que surgió en 1985 en Estados Unidos impulsada por Farm Animal Rights Movement y conocida originalmente como “MeatOut”.

En poco tiempo comenzó a divulgarse en el resto del mundo, lo que incluyó también, por supuesto, a nuestro país.

Según afirma la licenciada en nutrición Mariana Spengler, el propósito del Día Mundial sin carne es el de “evolucionar hacia una alimentación más saludable, sin violencia, explotación ni crueldad hacia los animales“.

Spengler comenta que mientras que por un tema cultural la carne es “central” en la mesa argentina, “¿qué pasa con el resto del menú? ¿Es la carne el centro de la cuestión? Si dejamos de incorporarla, ¿es realmente un plato completo?”.

Motivos
Hay tres puntos que destaca la nutricionista en el tema de la alimentación sin carne:

“Una cuestión de principios: el compromiso con los derechos animales, la sustentabilidad y la creación de una relación más amigable con el planeta, son algunas de las razones por las cuales en el último tiempo se observa una fuerte reducción en el consumo de las carnes”.
“Indudablemente”, observa Spengler, “ya no comemos de la misma manera que hace una o dos décadas atrás. Cada vez más personas y a temprana edad eligen seguir una alimentación basada en alimentos de origen vegetal. En nuestro país casi el 12% de la población lleva una alimentación vegetariana o vegana, de acuerdo con una medición de la UVA, Unión Vegana”.
Priorizar la salud: “Otros motivos, como la salud, nos invitan a reflexionar y a consumir menos carne o excluirla de nuestros platos. El consumo excesivo de carnes rojas y procesadas compromete la salud cardiovascular y favorece el desarrollo de algunas enfermedades”.
La profesional afirma que “comer menos carne, nos lleva a elegir otros alimentos como cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas, frutas frescas y verduras. Al reducir el consumo de carne y buscar otras alternativas, incorporamos más fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y menos grasas saturadas y sodio. Esto tiene un efecto beneficioso y preventivo en el tratamiento de muchas enfermedades: obesidad, diabetes, hipertensión, y disminuye el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y degenerativas como el cáncer“.

Y en tercer lugar, está la “cuestión de precios”. “Tradicionalmente, la carne forma parte de la mesa de los argentinos. Numerosas preparaciones de nuestra cocina y nuestra cultura utilizan este ingrediente.

En el último tiempo, acomodar el precio de la carne a la economía familiar, conduce a muchos a seleccionar este menú unas pocas veces a la semana, o en eventos especiales. Afortunadamente, granos como legumbres y cereales integrales resultan versátiles y muy rendidores, permitiendo preparar medallones, croquetas, risottos, ensaladas, entre otros”.

¿Cómo cubrir los nutrientes esenciales?
Cuando retiramos la carne de nuestro plato, “es común preguntarse si los nutrientes que necesitamos siguen allí reunidos. A veces nos concentramos mucho en encontrar ‘reemplazos de la carne’. Pero el gran interrogante es ¿dónde más podemos encontrar estos nutrientes?”, afirma la experta.

Cuando comemos carne incorporamos proteínas completas, vitaminas del complejo B (como ácido fólico y B12) y minerales como el hierro. Pero no es el único alimento que nos aporta todos estos nutrientes.

Para poder preparar platos bien completos, “debemos prestar atención a estos nutrientes clave y dónde más están presentes“, según la nutricionista.

Fuente: noticias ambientales