Carlos Paulino Gómez, integrante de Curas en Opción por los Pobres, se mostró sorprendido por la amabilidad con que el Papa Francisco recibió al presidente argentino, Javier Milei, en el Vaticano.
“Uno esperaba otra cosa, pero mi primera impresión es que nuestro Presidente tiene el abrazo fácil, y también el insulto fácil”, dijo el sacerdote, y ejemplificó: “Había insultado a Patricia Bullrich, a Mauricio Macri y a (Luis “Toto”) Caputo, y después se abrazó y les dio un cargo”.
En ese sentido, consideró que los agravios de Milei funcionan como una estrategia “para mostrarse como algo nuevo, como un revolucionario”; mientras que los abrazos “le sirven para gestionar”.
Gómez analizó que la actitud receptiva del Papa con el mandatario nacional, en realidad, obedece a “la necesidad que tiene de venir a la Argentina, porque se le ha prolongado ya demasiado, porque su salud no es la mejor, y porque se le va a hacer cada vez más difícil”.
El abrazo de Francisco con Milei, evaluó el cura, fue como un “nuevo acuerdo” entre ambos: “El Papa cubre su necesidad de venir a la Argentina y Milei se reconcilia con la mayoría católica del país”.
Destacó también que “el Papa es dialoguista, siempre está con la cultura del encuentro; si bien se preocupa por cada dolor de cada ciudadano del mundo, en la mirada global es más conciliador”.
“El Papa quiere venir este año a la Argentina y es lógico que tiene que recomponer la situación con el Presidente”, concluyó Gómez.
Cómo fue el encuentro de Milei con el Papa
El domingo, después de la misa de canonización de Mama Antula, la primera santa argentina, en la Basílica de San Pedro, el presidente se acercó a Francisco, que lo recibió afectuosamente.
El lunes, Milei y el Sumo Pontífice mantuvieron un encuentro privado por más de una hora. Intercambiaron obsequios y abordaron, de acuerdo a la información oficial, el plan económico y la asistencia social del Gobierno.
Además, Milei pidió disculpas por sus insultos hacia el Papa y reiteró su invitación para que visite el país.
